50. Pablo y Rosa. La Profecía

              Llegaron a casa, allí los esperaba un triste bocadillo, Ester y dos mujeres que se presentaron como primas estaban en la cocina preparando toda clase de guisos, los congeladores llenos y primas que no conocía, le sonreían mientras dejaban la casa como el jaspe. – Te quiero ver arreglado, que ésta tarde va a …