¡Despierta Sur!
El sur se acaba en sí mismo, y el desprecio, por fin, se tornará en polvo. Quizá algún día, que nos dejen solos, mejor sin malas compañías, sin la peste de los poderosos, sin la mentira en sus bocas. Somos los pobres, los olvidados, los que se arrastran por las calles doradas de los ricos, …