
Vendo soledades que en mí se clavan,
si no las libero, me han de matar,
son viejas angustias que no se acaban,
pesares oscuros que saben callar.
Vendo las sombras de ingratas pasiones,
rostros sin alma de insano rencor,
falsos abrazos, crueles traiciones,
todas las huellas que dejan dolor.
Vendo lamentos de noches perdidas,
sueños frustrados, promesas en vano,
horas amargas, heridas malditas.
¿Quieres mi pena? Te ofrezco mi mano,
lleva contigo mis penas malditas,
pues esta vida me pesa y es llano.