18. Pablo y Rosa. La Profecía
Capítulo IV La Visita Entró el Ayo en la habitación y ambas se callaron como si un rayo hubiera caído allí mismo. – Ay, mis ángeles, -el abuelo abrió los brazos. Las dos salieron corriendo y se abrazaron al Ayo Tomás, Rosa no había conocido a su padre y el abuelo y Tío Ricardo …