Hoy no he publicado nada, no es que sea un trabajo de esclavos, pero la cabeza tira hacia la molicie, acompañada por un cuerpo que se queja de que la noche de gallo, hoy es más que gallina, caldo de la misma.
Es curioso, que a cada año que pasa, hago menos, menos marcha, y, sin embargo, como pesadilla bíblica, más cansado estoy, más destruido, más derrotado, y eso duele, no demasiado, pero sabes que vas no hace adelante, sino a un lugar que bueno… no es el momento.
Así que ya que hemos dejado a este horripilante año, mentiroso y falaz, pues nos hizo creer que saldríamos de todo, y de todos los problemas, y así nos vemos, pero, dejando aparte la falacia, enfoquemos con claridad mental el nuevo año, sin la estulticia, léase estupidez, de que nos van caer monedas de oro del cielo, lo cual es no difícil, sino imposible, posiblemente produciría multitud de lesiones, así que conformémonos, con que nos de cancha para poder seguir jugando, aunque sea en campo contrario, así que ya sabemos cómo funcionan las cosas, trabajo, fatigas y maldiciones, nadie regala nada, y a los españoles, menos, pero en fin, con que nos dejen sitio para respirar un poquito de aire, suficiente para que lleguemos al siguiente, así, hasta que lleguemos a uno que nos permita hinchar los pulmones sin tanto esfuerzo.
Feliz 2.022 que no sea como los últimos, la luz estaba lejana al final del túnel, ahora cada vez más cercana, que se vuelva a su sito, donde apenas si es nada, y seamos felices con todos los que amamos, y seámoslo a pesar de todo.