Chasquidos, golpes, rugidos sin calma,
todo retumba, golpea el alma.
Se cae, se rompe, nada se ordena,
todo es un caos, todo condena.
Nada en su sitio, todo al revés,
nada responde como una vez.
Y ahora, tan solo queda intentar,
volver de nuevo, volver a empezar.
Enderezar lo que el peso ha torcido,
levantar lo roto, lo ya abatido.
Reconstruir, con manos cansadas,
lo que entre ruinas quedó en la nada.
Cemento en la arena, hierro encorvado,
formar estructura de lo desgajado.
¿Vale la pena tanto sudor?
¿Tanto esfuerzo por tanto dolor?
Miras el campo, seco, apagado,
miras los restos de lo arrasado.
Suspiras hondo, mueves la cabeza,
te alejas sin prisa, con leve pereza.
No quieres ver, no quieres luchar,
no vale la pena…, volver a empezar.