Miro al universo en sombras velado,
desde este sueño que me ha atrapado.
Mi mente, errante, dispersa en bruma,
busca respuestas, mas nada suma.
Entre vaivenes que el alma agitan,
sigo el sendero, aunque me irrita.
Toda mi vida se ve arrastrada,
como una hoja, como la nada.
Descubrimientos, logros supremos,
mil maravillas, prodigios extremos.
El tiempo avanza sin dar descanso,
el hombre sueña con ser un santo.
Quizás la vida sin fin nos llegue,
quizás ser dioses nos privilegie.
Mas en mi mente, que poco alcanza,
veo la duda, la desconfianza.
Y aunque parezca todo un portento,
aunque parezca un gran argumento,
detrás del brillo que al mundo embarga,
somos apenas ceniza amarga.
Solo un instante, solo un reflejo,
solo un suspiro… solo un espejo.