Es la noche,
Que todo envuelve en reproche,
Magnífica, terrible,
Con cascabel oscuro, temible.
De los sentimientos ocultos,
Que emergen sin ser consultos.
Es la noche,
Preñada de desencantos, derroche.
De temores y de dolor,
De soledad y desconcierto mayor.
De un dolor que oprime el pecho,
En la noche de misterios estrecho.
Cuando la mente construye,
Pasadizos que huye.
Llenos de duendes huidizos,
De locos y fantoches indecisos.
Es la noche,
La que requiere atención en derroche.
La que mide los huesos,
De la que nadie se esconde tras esos.
De la que nadie puede huir,
Es la noche sin mentir.
Esconde trasgos y fantasmas,
Desencantos y viejas pasmas.
Lo hecho que no se puede cambiar,
Lo que nos hace sin lágrimas llorar.
Es la noche,
Con su corte de lamentos en broche.
Con soledad que no acaba,
Con silencio de lo que no se recaba.