Estelas de vacío,
Llenan el aire,
Sonando en silencio,
En vibración distante,
Sonidos huecos,
De alma y de vida,
Que laten en nuestros oídos,
Sentimientos fatuos,
Desnudos, sin abrigo,
Pagado pesado billete,
Por seguir jugando la vida,
Sin saber dónde mueren,
Silbidos dispersos,
De aire preñado,
De díscolos cañones de nada,
Aullidos de fieras,
De feroces animales,
Que sueñan en sueños,
Que son interminables,
Imaginando madres,
Que arropen sus rostros,
Que les den el pecho,
Sin ningún sonrojo,
Que pongan caras,
A los muertos, muertos,
Que lloren postrados de hinojos,
Pidiendo,
Entre los quemados rastrojos,
Que mi alma amable,
Le devuelva sus rostros.