Durante mucho tiempo,
La suerte me acompañó,
No sé lo que hice,
Pero me abandonó,
El soleado paisaje,
Se convirtió en sombrío paraje,
Al que no llegaba el sol,
Cuando fui fuerte y confiado,
Tenía la suerte a mi lado,
Ahora viejo y desastrado,
Me ha abandonado,
Y aquí estoy,
Quieto, parado,
Más que muerto, matado,
Ya solo me siguen las sombras,
Los oscuros personajes,
Que me acompañan callados,
Mientras camino cansado,
Por estos yermos parajes,
Ahora, nada puedo hacer,
Pues sé que lo que haya pensado,
Al fracaso destinado,
Al poco irá a caer,
Trayendo, no la esquiva fortuna,
Sino hasta la más mísera moneda,
Que en mi bolsillo queda,
Ya no tengo nada que pedir,
Sé que nada me darán,
Mi estrella se apagó,
Otras muchas brillarán,
Pero saco de esto el consejo,
No de listo,
Sino de viejo,
Y te hago pensar,
Que tu estrella, como la mía,
Seguro que algún día,
También se apagará,
No me sirve de consuelo,
Miro al cielo,
Que no me responde nada,
Que era lo que esperaba,
Y suspiro, ya sin gana,
Sabiendo que hoy,
Quizás mañana,
Empieza ese largo viaje,
Para el que no se necesita equipaje.