El frío de la edad me hace mirar,
Con mirada esquiva, lo que pasa al pasar.
Sonrío y pienso, miro al sol, no hay novedad,
Nada nuevo se inventa, solo la serpiente en su verdad.
El ciclo de la vida se va y vuelve a girar,
Nada es eterno, todo vuelve a comenzar.
Los jóvenes olvidan el poder y el dinero,
Se quedan y mueren, como un olvidado cero.
El sexo se difumina, como si nunca hubiera sido,
¿Qué queda, si no es nada, en este mundo herido?
Y miras a tu alrededor, lo que es desaparecerá,
Lo que no es, surgirá, y todo, a poco, volverá.
La rueda gira, sin piedad, sin acabar,
El tiempo no perdona, es un lento veneno para matar.
Lo que amaste se disuelve, incluso el sentimiento,
¿Qué te queda al final, sino el frío y el tormento?
El tiempo arrastra todo al olvido sin retorno,
A ese lugar apartado, perdido en su entorno.
Queda tu memoria blanquecina y tu cara de idiota,
Vida que viene y va, dando una eterna nota.
Otro reirá, otro llorará, tú solo acabarás,
La vida se va sin llanto, sin risa, sin paz.
Desaparecerás en la bruma de la mañana fría,
Como si nunca hubieras existido, como un fugaz día.
Y pensarás si has existido, o si solo fue un sueño,
Te encoges de hombros, ¡qué más da, es sólo empeño!