¿Cuándo se trató de vida?
¿Cuándo se trató de muerte?
Solo se trata de suerte.
Nos piden que nos conservemos,
No para que nos curemos,
Sino para que no nos asustemos,
Y así poder dominar a los borregos.
“¡Hoy hay tantos infectados!”
Mentira, imbéciles aborregados.
“¡Hoy ha bajado la cifra de muertos!”
Hasta el infierno ha bajado,
Y en tal cantidad,
Que el mismo diablo,
Nos ha felicitado con gran vanidad.
Buena gestión de recursos,
¡Preciosa labor de este gobierno!
Que del miedo que tiene,
Uno a matar nos quiere,
Y el otro ya ni atiende al teléfono.
Oportunidad de animales,
Para matar a los borregos,
Cambiarles la hierba por pasto seco.
Y los animales, antes de entrar al matadero,
Les comentan que no es yerro,
Y allí mueren como perros,
Pero creen que están cuidados,
Aunque sea en los intensivos,
Ya ni saben si siguen vivos.
Virus envueltos en malas coletas,
En un gigante de malas maneras.
En enanas feas como las parcas mismas.
Uno que en cohete voló,
Otro que mil promesas lanzó,
Y otro que, maduro, espera hacernos cambiar,
Porque este presente, jura, es indecente.
Donde se ponga una cola, que se quite la comida,
Venezuela abastecida, madura y se apura,
A que España reviente,
O al menos, se le caigan los dientes.