Amanecen los días,
Como siempre,
Distintos al presente,
Sombras del ayer vivido,
Y continuamos perdidos,
En el marasmo de lo ido,
De lo que jamás será,
De lo que se ha diluido.
Las calles sonarán,
A soledad y desafío,
El amor se ocultará,
Hasta perderse en el vacío.
¿Quién se atreverá
A mirar tu cara,
A sentir tus labios arder,
Si ya no son se pueden ver?
Haremos el amor,
En plástico embutidos,
Moriremos sin vivir,
Entre recuerdos,
Que muchos,
Con el tiempo,
Nunca habrán conocido.
Venganza de mil pecados,
Sin saber cuál ha sido,
Abandonados al alba,
Paridos en silencio,
Hijos de una nueva era,
en la que sopla el viento,
Trayendo siempre consigo,
La muerte en el alma,
La destrucción sin sentido.
Hijos de nuevas gentes,
Sobrevivientes de nada,
Que viviréis distinto,
A como nosotros,
Hemos vivido.
Al final, no queda nada,
Nada tiene sentido,
Todo muta y cambia,
Todo se pierde y se manca,
En la turbulencia de los días,
Entre las máscaras blancas.