CAPÍTULO III. A Pesar de Todo
Gonzalo abrió los ojos, “hostia, que dolor en la cabeza”, pensó, estaba incómodo, se movió un poco, y sintió como caía rodando, se volvió a hacer daño, más del que ya tenía. Se aposentó, el sitio donde estaba hora era más sólido, no creía que cayera, pero no estaba seguro, no veía una mierda. Se …