El cuerpo se agota, se cansa, es complicado moverse, miras, quizás, a todos lados, estas solo, está bien, puedes.
Te sientas, te miras las manos, las venas hinchadas, pero llevan menos sangre, duelen, como si se estuvieran muriendo, quizás sea así, la cabeza pesada, como si le faltaran reflejos, lo que seguro que sea cierto.
¿Te levantas o te quedas sentado?, quizás vayas a intentarlo, pero no ahora, agachas la cabeza, quizás el que te vea, podría decir que si, que puedes, pero tú lo único que piensas, es que mañana volverás, y no estarás derrotado, u otro día, u otro…, que no naciste para estar derrotado.