
Albores de esperanza
El día comienza
Árboles infinitos
La mano al viento,
Apenas amanece.
Es frio, es calor,
No es importante
Luces apagadas
En el preciado tablero
Distancias de locura
Cansancio,
Luchar,
Contra las oscuridades de muerte,
Ojos abiertos
Sonrisa,
Parada, obligatoria,
Necesaria
Cuerpo y alma
Jamón colgado,
O maruja vecina
Solo importa la tostada,
Que, el día camina,
De nuevo corto viaje,
Corbata anudada,
Siempre revista,
Suerte,
Que el cansancio está guardado,
Sonrisa ensayada
Alegría extraída,
De un lugar ignoto,
Y fea figura,
No puede,
Me espera,
De ti se olvidan,
De nuevo silla,
Dormir quiere tu cuerpo
Y a la hiena sonríes
Mientras maldices tu sino
Sonido, llamada
El puerco te espera
Sonrisa ensayada
Vista,
Mano apretada,
Sudada,
Muerta,
Sin ganas,
Como tú misma charla,
Sonrisa,
Estupideces dichas,
¿Sí?, ¿no?,
¿Qué más da?,
No es el único,
Siguiente…,
Sonrisa,
Mano entregada,
Para nada,
Y sigues,
Al fin alguien,
Solo eso,
Asiente,
Con ello,
A tu familia,
Llevas comida,
Y comes,
No es buena,
No es mala,
Es comida de ratas
Más que nada,
barata,
café,
romper el sueño,
pelea de muerte,
casi siempre vencido,
en otro caso,
bajo el árbol,
lugar solitario,
que no solo,
pero has vencido,
tarde de mañana
repetida,
día lleno,
quizás vacío,
de nuevo el regreso
ya no hay mano al aire,
pero respiras,
ha terminado el día,
mañana, más,
y más,
al día que sigue
caras, manos, sonrisas,
cansancio de vida,
uno tras otro,
se marcha el tiempo,
pero es la comida,
la que te da,
la que llevas,
contratos firmados,
a fuer de sonrisas,
de vender tu vida,
en un solitario viaje
que nunca termina,
que solo comprenderá
aquel, que, como tú,
deja su vida,
puerta a puerta,
sonrisa a sonrisa,
mano abierta,
comienza de nuevo,
su rueda de vida.