
La noche, qué mala es la noche,
que desata las penas,
Los fantasmas, las ausencias,
Llenando todo de pájaros de color frío,
Cuervos, pájaros de mal agüero,
Que nunca amanecen en la eterna noche,
Pensamientos negros, siempre negros
Como las alas de esos mismos cuervos,
La locura, el alma oscura
que no vislumbra la salvación,
Temores, miedos,
Aconteceres pequeños,
El temor,
Del golpe del castigo,
De lo mal hecho
De lo ocultado
De lo mentido
Y el alma muere,
Deja solo vacío que nadie llena.
En tu solitario cobijo
Pared blanca,
Pared vacía
Llena de monstruos en su blancura,
Tabaco, alcohol,
Diazepan, tepazepan,
para detener la locura que no acaba,
La tuya
La que en la mañana olvidas
Y en el regreso a casa
Te espera escondida.
La cabeza se nubla,
Viene la niebla
Pero es oscura,
Mañana,
Sabes, vuelve.
No hay lágrimas que llorar
Ni mil perdones que pedir.
Sonríe,
Sabe que mañana, de nuevo,
A ti te tendrá.