Verano

Verano, playa

vida, moreno

espeto y los cuerpos

de las divinas

y de las que quiero y no puedo

y que se me calienta el albero

aire caliente como yo mismo

que en las caderas de las mujeres

es donde quiere perderse

motos, coches

rápidos, los oscuros agujeros,

húmedos, llenos de más humedad

entre los cañaverales

con las pieles negras

frotando a ver si sale ese color,

que en el preciso son blancas

como ala de paloma

garrafón, marcas buenas,

las mismas en lo buhíos

como entre algunas,

daño crujías, de buenas que están

noches en la playa

sobre la arena

cuerpo que aplastar

en lo más húmedo,

y seguir,

morir por la morena

matar por la rubia

todas, quieres todas,

trabajas mucho,

pero en ellas,

más que nada,

sobre ellas

el cansancio,

el agotamiento,

pero ha llegado la rubia

el monstruo de dos cabezas,

que parece que no acaba

verano, espetos

pronto todo se disipará

perdido entre el frio invierno

cunando en el baño,

piensas en ella,

no es nada,

es todo

es la vida,

y no se olvida

y los lunes,

cuando rompe la mañana

te das cuenta,

de que la vida

no está donde has vivido

y a la vez,

te das cuenta,

de las cadenas

esas que para romperlas

necesitarás matar todo

y el estómago se encoge

cuando te das cuenta

de la vida que vivirás allí

y que quizás vivas con la fea

que te mira

que te motiva

menos que una muerta

que eres un desgraciado

hijo de desgraciados

y padre de desgraciados

y le das gracias a un dios

que tiene la maldad

de haberte dejado allí,

pero conociendo

la playa en verano

la fea te sonríe,

le correspondes

se da cuenta

de que necesita hembra

que no amante,

miras al cielo,

intenta decirle,

al que está mirando…

se acerca a la fea,

sonríe,

la chica le responde

de hombros se encoge,

y sin darse cuenta,

sabe que se ha convertido

en un animal domesticado.

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