El convento de Santa Clara de Córdoba es un convento situado en la calle Rey Heredia de esta ciudad. Declarado Bien de Interés Cultural, fue el primer monasterio femenino de Córdoba tras la conquista cristiana, ya que se instituyó en el año 1267, entonces con apenas ocho monjas clarisas. Fue construido sobre una mezquita del siglo X de la que aún se conserva el alminar. En el siglo XIX fue abandonado, pasando la comunidad de monjas clarisas al convento de la Santa Cruz.
También se llamó convento de Santa Catalina y de Santa Isabel.
Historia
Fue el primer convento fundado en la ciudad de Córdoba tras la conquista cristiana, en octubre de 1265, con sólo ocho monjas.
Fue construido sobre una antigua mezquita califal (976) que, a su vez, había sido construida sobre la basílica de Santa Catalina, del siglo VI.
A lo largo de su historia, el convento se ha denominado “de Santa Catalina” (nombre original), “de Santa Clara” (tras la instalación allí de las Hermanas Clarisas) y “de Santa Isabel” (como tributo a Isabel de Francia, fuertemente vinculada a la Corona española), perdurando el segundo. El convento de Santa Clara nos muestra, así, la importancia de la orden religiosa en Córdoba, ya que han tenido una presencia permanente en la ciudad desde su fundación, hace más de seiscientos años. La Orden religiosa fue incorporada a la de Santa Cruz en 1868, año en que se abandonó el convento.
La Torre
Construido sobre una mezquita de estilo califal (siglo X), aún conserva reminiscencias, tales como el alminar convertido en campanario y el arco de herradura cegado que se aprecia en la calle Osio.
El alminar, a diferencia de otras iglesias, como la de San Lorenzo o San Andrés, no sufrió modificación alguna, aunque se desmontó el cuerpo superior. Hasta finales de los años 1990 se apreciaban aún coronando el que fuera primer cuerpo del alminar las almenas escalonadas, similares a las que se ven en el muro exterior de la mezquita.
El convento se ubicó, inicialmente, en la parte de la mezquita, transformándose más tarde en iglesia, y adaptando el patio a la estructura del claustro.
Actualidad
El edificio comenzó su restauración y estudio arqueológico, merced al patrocinio de la Fundación Caja Madrid, tras un convenio firmado con el Ayuntamiento de Córdoba el 18 de febrero de 2006, fecha en que también se anunció su futuro uso como Museo de la Ciudad. Meses más tarde se pararon los trabajos quedando de nuevo abandonado el mismo.
Posteriormente, en octubre de 2014 el ayuntamiento de la ciudad presentó la primera fase de los primeros trabajos ya finalizados en la restauración de su antigua iglesia, así como el anuncio de su continuación, con el objetivo de abrir sus puertas al público próximamente, tras permanecer cerrada durante décadas. Así la redactora del proyecto y arquitecta de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Rosa Lara, avanzó que en la siguientes etapa, dependiente de la delegación de Patrimonio, se completará la restauración de la fachada y recordó que la portada “es quizá el elemento más valioso” y que, además, se recuperarán los balcones, que pertenecen a la etapa barroca del inmueble
