
Sueños perdidos
De almas dolidas
De enormes penas
Fantasmas venidos
De recónditos lugares
De huecos vacíos
Susurros de momentos olvidados
De hechos aciagos
Que no olvidados
Noches eternas
En camas tristes
Hombros abatidos
Entre sábanas abiertas
De pesares solitarios
Ventanas cerradas
Más que hogares, claustros
Los nuestros llegados
Que no bienvenidos
Y la noche sigue
Entre corazones abatidos
tristeza que olvidas, creyendo
de amigos olvidados
de enemigos odiados
de seres heridos
quizás por tus propias manos
nada olvida el recuerdo
que ha venido
con su oscuridad maldita
a contarnos de nuevo
lo que olvidar queríamos
y el nervio que espera
el cansancio que no llega
el descanso se espanta
al ver tanto muerto tirado
por cualquier lado
y miras al blanquecino techo
como si pudiera contestar
pero a tu despecho
solo lo oirás callar
noche eterna
cansina de lo recordado
abundante de maldades
algunas tuyas y lo sabes
olvidar quieres también esas
pero se quedan presas
de tu pobre memoria
que como una noria
en tu cabeza las represa
creo que ya me viene el sueño
ese dormir que necesito
la cama que me espera
mi mente cansada al dolor abierta
me quedo esperando
de largo pasa
y su sonrisa
la de una puta vieja
me da la respuesta
Hoy, viejo tocapelotas
Dormir, no toca
Por lo menos a ti.