Crónicas de una Mala Noche

Hoy de nuevo aquí, como todos los días, o como casi todos, es de noche, el día cansado, ayer dormí mal, el día no vivido, pasado, como si fuera un obstáculo difícil de superar, así se comporta la vida cuando quiere, y quiere mucho.

Por lo demás, ¿qué decir?, cansancio, sombras, soledad, abatimiento…, lo de siempre, me gustaría que esto que escribo fuera el desarrollo de cualquier youtuber imbécil, de los cuales sobran, de los que sonríen como si fueran la sal de la tierra, incontestables en su estupidez, en la monotonía de la alegría de vender, pero no, soy yo, no vendo, no me pagan por leer lo que escribo, así que aquí se plasma lo que pienso, y no es agradable, casi nunca.

Olvidado lo escrito apenas unas líneas atrás, continúo con la perorata escrita, que también lo es, y sin separar los pies de la tierra, digo lo que me da la gana, desde el lugar en el que estoy sentado, tras de la espesa cortina, sentado en el mullido sillón, si, el que sobrevivió a dos guerras, y con el cigarro en mi mano, si, el denostado pitillo que si tuviera a alguien en compañía, me pidiera que lo tirara, que me prohibiría hacerlo, pero por desgracia o felicidad, no hay nadie, solo la soledad como compañera, y se me olvidaba, me acompaña también la de siempre, una cariñosa depresión que no me deja nunca, no me ves, pero sonrío, o lo intento, la depresión es broma…, no, no lo es, pero se lleva como los cuernos, con dignidad.

Contado lo visto por mis ojos, continúo, retiro la gorda cortina, la luz no entra, estoy a oscuras y las luces de las farolas, no son tenues, ni moribundas, están muertas, como el que abre la gorda cortina, y suspiro, otra vez, de nuevo, nada, nadie, es hora de que la gente paseara, es el centro, nadie pasea, se marcharon los paseantes, nadie queda, las tiendas cerradas, los bares muertos, oliendo a cerrado, algún propietario que tira del cierre, marcando con ese sonido, el fin de los juegos, nada, nadie.

 ¿Qué te cuento?, poco, mejor la realidad, nada, el cristal que se empaña un poco con mi aliento, el frio que siento cuando pego mi frente allí mismo, la soledad que me embarga al ver que nada me espera en ningún sitio…hoy es un mal día para todo, me despido, nada más que contar, si es que alguna vez lo hubo, un saludo desde…, ni yo mismo lo se…, solo, un saludo.

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