Plaza de Torres

La plaza Ángel de Torres está enclavada en el corazón de la Judería. Desde la Puerta de Almodóvar se accede a ella por la estrecha calle Fernández Ruano. Más conocida como Plaza del Indiano por la portada de la casa del Indiano, hoy convertida en apartamentos. A dicha plaza desembocan la calleja Cea, la calle Valladares y la calle Leiva Aguilar.

En el centro de la plaza existe una fuente rectangular de mármol blanco, cuyo surtidor se sitúa en el centro.

La plaza lleva el nombre de Ángel de Torres Gómez, alcalde de Córdoba.

Casa del Indiano

La Casa de los Ceas está situada en la plaza Ángel de Torres. La casa perteneció a esta familia asentada en la ciudad tras la conquista al serle cedidos terrenos por Fernando III el Santo a Juan de Cea, que lo acompañaba en la campaña. El nombre popular, sin embargo, le viene de don Juan Cosme Paniagua, que pasó largo tiempo en América. De ahí que en la ciudad se le conociera como el indiano, y por extensión, su residencia pasó a ser la casa del indiano.

El palacio fue construido en torno al siglo XV. A principios del siglo XX fue restaurada llevando a cabo la misma Rafael Romero Barros y Mateo Inurria, introduciendo en la misma el balcón de la planta baja.

Al igual que otras muchas casas palaciegas, el interior fue demolido y convertido en apartamentos en los años 70. A estos se accede por callejón atravesando la que fuera portada principal del edificio.

La fachada principal fue conservada. Se aprecia en ella una mezcla de elementos góticos y mudéjares, tan característicos de la ciudad. La ventana del piso inferior encontramos una ventana con arcos polilobulados entrecruzados, de clara inspiración califal, obra emprendida por los anteriores autores citados. Por su parte, en las dos ventanas superiores, los arcos son rebajados y geminados, con tracería gótica en la parte superior y decoración vegetal flanqueando ambos vanos.

Por su parte, la portada muestra un dintel despiezado con decoración de inspiración musulmana, mientras que las jambas se adornan con paños de sebka.

Estatua dedicada al Inca Garcilaso de la Vega

Ángel de Torres Gómez

(Córdoba, 16 de enero de 1826 – Córdoba, 28 de noviembre de 1898) fue abogado y político. Alcalde de Córdoba en 1869.

Biografía
Estudia en sus primeros años en las Escuelas Pías, Humanidades en el Colegio de la Asunción y latín como estudiante de beca en el Colegio de la Concepción de Cabra (actual I.E.S. Aguilar y Eslava), donde obtiene el grado de bachiller. Cursa estudios de Derecho tanto en la Universidad de Granada como en la Universidad Central, obteniendo su título el 23 de septiembre de 1852.

Casó con María Illescas Giménez, hija del abogado y político José Illescas Cárdenas. Fue padre del coronel Ángel de Torres Illescas, casado con Carmen Barrios Enríquez.

Fue abogado consultor de Beneficencia. Vivió en calle Domingo Muñoz, número 4.

Desde 1860, Ángel de Torres es diputado en la Corporación Provincial. En la legislatura 1862-1864 asumió el cargo de Vicepresidente. Según el Censo electoral de 1866 era abogado y vivía en calle Liceo, número 50, y pagó al erario público 107 escudos.

Político republicano. Alcalde, diputado provincial, diputado nacional y gobernador civil
Militante del Partido Democrático, fue alcalde, Teniente Alcalde y Regidor Síndico del Ayuntamiento de Córdoba. Fue presidente de la Junta Revolucionaria interina desde 1867 y, más tarde, vicepresidente de la Junta Revolucionaria de Córdoba durante la Revolución de 1868. El 20 de septiembre de 1868 la Junta Revolucionaria cesó al Gobernador civil, disolvió la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Córdoba. El conde de Robledo ocupó ese día la alcaldía de Córdoba de manos de Mariano Cabezas Saravia.

Cuando el conde de Robledo fue elegido diputado a Cortes, deja la alcaldía en manos de Ángel de Torres. Torres deja el puesto de alcalde el 6 de octubre de 1869, para que lo ostente Rafael Barroso y Lora.

Diputado a Cortes desde el 8 de marzo de 1871, repitió en las Elecciones Generales de 1873 celebradas el 10 de mayo de ese año. Además fue presidente honorario del recién constituído partido Republicano Federal de la cual es nombrado presidente honorario. Los tres primeros años desde la proclamación de la República, gobernador civil de la provincia de Córdoba.

Fue comandante de la Milicia Nacional, así como vicepresidente del Congreso. Nombrado ministro de Gracia y Justicia en 1874, el golpe de Estado del general Pavía del 3 de enero de 1874 impidió que tomara posesión del mismo.

En su faceta profesional, se colegia como abogado en Córdoba, Madrid, Sevilla, Cádiz y Montilla, siendo decano del Colegio de Abogados desde 1888 hasta su muerte, acaecida el día 28 de noviembre del año 1898.

Se doctora por la Universidad Libre de Córdoba, siendo también decano de la Facultad de Derecho de la misma universidad, así como catedrático de Práctica Forense y Procedimientos en 1872.

Fue presidente del Casino Popular y el Ateneo de Córdoba le eligió presidente honorario.

Recuerda su figura una plaza de Córdoba.

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