Plaza de Abades


La plaza Abades o de los Abades se encuentra al final de la calle Martínez Rücker y afluyen a ella la Alfayatas por un flanco, y Portería de Santa Clara y Zapatería Vieja por el otro

En ella se encuentra la Ermita de la Concepción, cuya portada fue restaurada en la primera década del 2000. Es de interés, igualmente, la casa situada en el número 1.

La ermita de la Concepción es una fundación del siglo XVII, situada en la situada en la plaza de Abades.
Fue construida a iniciativa de Diego Giménez con fondos del conde de Valdelasgranas para alberga la talla de una virgen que fue encontrada en un muro de Santa Clara. Sin embargo, para ello debieron entablar un pleito con las hermanas convento de Santa Clara, que reclamaban la imagen dado que había sido hallada en uno de sus muros. Resuelto el pleito a favor de Giménez, la virgen fue trasladada a su nuevo emplazamiento en procesión desde la catedral el 9 de abril de 1682.

Lo más destacable de esta pequeña ermita es su fachada. Se compone con un arco de medio punto con clave resaltada por ménsula, enmarcado por dintel coronado por frontón partido con óculo sobre él. Una pequeña espadaña remata el conjunto. La fachada se decora con pinturas que imitan el mármol, en varios colores. En una restauración realizada a principios del siglo XXI se recuperaron los colores originales, que durante mucho tiempo estuvieron ocultos.

Leyendas


Aparición de la Virgen
La imagen fue encontrada por Diego de la Rocha. Este albañil estaba trabajando en el Convento de Santa Clara vio una luz que se filtraba por un muro. Al tirar el tabique, descubrió una talla de una virgen en un arco, con dos faroles a su lado, las cuales se apagaron inmediatamente.

Curaciones milagrosas
Estaba la imagen olvidada y sin luz cuando, al pasar la procesión del Santísimo Sacramento, el farol prendió espontáneamente, derramando tanto aceite que la gente comenzó a recogerlo en cacharros. Ante lo milagroso del hecho, dicho aceite fue dado a enfermos, que según recoge la tradición, quedaban curados de su mal.

La actual morfología de la plaza es consecuencia de diferentes actuaciones que ha sufrido durante los últimos siglos, mediante la adhesión de solares de edificios que por ruinosos, pasaban a formar parte de la propia plaza, que ha recibido distintas denominaciones a lo largo de la historia. En el siglo XIV se llamaba plaza del Malcocinado.

Un siglo más tarde se conocía por la plaza de la Carnicería o de la Carnicería de Abades. También se llamó plaza de Santa Clara. En el siglo XIX ya aparece mencionada como Plaza de Abades, como se puede comprobar en la descripción que Ramírez de Arellano hizo de ella.

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