Inimicus ante portas, ya era una frase romana, la de “enemigo a las puertas”, y por desgracia, es lo que ahora, miles de años después, se vuelve a tornar en realidad, lejos de las sensaciones de seguridad que nos podía dar la inconciencia de vivir lejos de la realidad.
Y nos ha golpeado, no con fiereza, sino con ese despertar de siesta que te deja el cuerpo destrozado, más a nosotros que nos hace recordar que Ucrania está lejos, pero que aquí al lado, tenemos a un enemigo rijoso, lleno de odio, de perversión política y social, hablo, como no, de nuestro ancestral enemigo marroquí, del cual solo podemos esperar maldades y traiciones de mercado lleno de moscas.
Vis pacem, para Bellum, “si quieres la paz, prepárate para la guerra”, es frase meridiana, fácil de entender, y parte de la lógica aplastante, de quien siglos atrás, ya padecía, o hacia padecer, los designios del destino político por medio de la fuerza y la coacción, y por desgracia, nosotros, nos hemos imbuido en una nube onanista de “buenismo”, es decir de que la realidad vaya, por un lado, y nosotros, por otro.
Mala política, la de dejarse llevar por fulleros y tahúres de mercado moro, por sátrapas viciosos que solo piensan en cambiar la opinión pública para que les sirva de motivo para supervivir a pesar de sus excesos y defectos, ¿Qué mejor que usar un nacionalismo sin fundamento para que la masa social centre su atención en el malvado pueblo español, opresor de siglos?, supongo que, para la podrida élite marroquí, nada mejor que ser el parangón de todos los males del universo.
Y así nos va, mientras accedemos, chantaje tras chantaje a cualquier petición ignominiosa de los marroquíes, a los cuales como a chulo de colegio, la única forma de parar, es un buen tortazo que lo vuelva a la realidad de quien es, y de qué lugar ocupa en la cola del pan, a pesar de que, por medio de artimañas, haya hecho tratos con el mayor matón del colegio, los rapaces americanos del norte, los cuales, no lo olvidemos, en el noventa y ocho, tenían un deporte que practicaron con esmero, “mata al español”, el cual les sirvió de entretenimiento durante muchos años, así que por ahí, poco que rascar.
Llegará un día en que veremos cómo caen las bombas o las multitudes sobre nuestras ciudades africanas, sobre nuestro país de otro continente, y seremos, supongo, por lo visto, testigo de cómo, españoles como tú, sufren bajo la babucha, que no la bota, de marroquíes que aportarán un magnifico gobierno, mejor que el nuestro a esas tierras españolas, ahora invadidas, y después… no lo olvidemos… Canarias… más tarde… lo que les dé la gana, ya se sabe que para las putas no es hacer al amor, sino, que no les pegue el chulo.
Veremos como esos socios y amigos de la OTAN nos dejan tirados ante la presión de un enano con mala leche, no nos equivoquemos, no moverán ni un dedo por nosotros, tendremos que sacarnos las castañas del fuego, lástima que seamos buenísimos, que seamos antimilitaristas, que seamos… no sé cómo describir en lo que nos hemos convertido, … en fin, me callo que me pongo de…
Por cierto, pregunto, ¿los ceutíes y melillenses musulmanes que han adquirido la nacionalidad española y que algunos han hablado de que quieren que las ciudades españolas pasen a ser marroquíes, les damos un regalo y se los mandamos?