Ucrania

Hoy me he despertado cansado, como todos los días, lo cotidiano cuesta cada día mas moverlo, es el sino de la vida que nos han clavado.

              Y ¡sorpresa!, noticias del mundo en vena, sangre, muertos, destrucción, lo mismo que cuando los nazis tomaban Ucrania, pero en alta resolución.

              Tostada inerte en boca del que calla, y mira y observa, y como siempre nada se puede hacer, somos un enorme gigante hecho de trozos de material que no se puede unir, nunca seremos nada, es la OTAN, la NATO, la CEE, siglas, solo eso, en la Europa de los mercachifles.

              Miras por la ventana, no explosiona nada, no hay bombas ni muertos, solo toneladas de soledad, de egoísmo, es la realidad cotidiana, ¿lo importante?, sube la electricidad, y no importan los viejos que pasaran frio, todo está bien, y la mermelada te inunda la boca.

              Hace frio, mucho, te arrebujas en el cómodo asiento de la cocina, en la que no falta de nada, sin excesos, pero sin defectos aparentes, Ucrania queda tan lejos, no existe, es solo un cuento, el sufrimiento no traspasa las fronteras, menos el corazón de los que no sienten casi nada, como muertos en vida.

              Y no pensamos que cuando las barbas de tu vecino…, pero no es importante, estamos tan lejos, estamos en la otra punta, con gas que viene de… es cierto, de un vecino peligroso, entre los peligrosos vecinos, y un día… te estremeces, y si… pero mueves la cabeza, no puede ser, y te vistes para trabajar, para lo que sea, y ya solo te ocupa la cabeza, el trabajo, lo que te dejaste por hacer, lo que tienes que completar, lo demás… no importa,

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