Tengo Miedo

Se me ponen los vellos como escarpias, explico por qué.

              He sido un estudioso de nuestra historia, la antigua y la reciente, y ahora en estos convulsos momentos que vivimos, me viene a la cabeza los paralelismos del momento que vivimos, con el que vivieron aquellos que tuvieron que pasar la guerra civil.

              Si, la guerra civil, con mayúsculas o con minúsculas, que al final lo que pasó no varía ni un ápice.

              Creemos que la guerra fue el fruto de un momento de locura, de un salvador de la patria, de una explosión en la que todo se fue al traste, pero realmente no fue así, por desgracia, fue un cúmulo de acontecimientos, ninguno significativo en sí mismo, pero que concatenados, llevaron a los horrores que todos conocemos o deberíamos de conocer.

              Nadie se propuso encender una hoguera de gigantescas proporciones, fueron los despropósitos de personas que pensaban que lo que ellos creían era el único camino que debía de seguir nuestro país, quizás haya alguna coincidencia ahora, de conjunciones de iluminados que creyeron que patria era desmembrar la común, que eran distintos, mejores que el resto de los españoles, lo he oído hace poco en algún lado, y todos, cada uno con su razón, con su real locura, añadieron leña y gasolina a lo que en un momento dado se convirtió en una locura que nadie podía parar.

              Y por desgracia, esos iluminados, los salvadores de la patria, los que creen que en su doctrina está el bálsamo para todas las heridas, proliferan ahora; presidentes que no dan la cara, pero imponen dictaduras oportunistas, socios locos de tiempos pasados, e independentistas trasnochados, y tengo miedo.

              ¿Por qué?, porque sé también que, con esas pequeñas historias, que engordaron a base de cada uno de los que se creían mejores que cualquiera, se enervó a las masas, y crearon las checas, las sacas, el paseíllo, y el miedo, las delaciones, las confrontaciones, las quemas, la locura en una sola palabra, que, por desgracia, decidme agorero, no veo tan lejos de lo que sucede ahora en mi país.

              Creemos que hemos espantado a los fantasmas que algunos quieren resucitar, estimamos que el estar dentro de la comunicada europea nos libra de los vandalismos, de las locuras de una izquierda revanchista, o de una derecha que se aferra a cualquier motivo para subsistir, el caso es que todo se encona, y la gran mayoría actuamos como si no nos importara, y quizás por eso, algún día, sintamos el frio del cañón de una pistola que nos toca la nuca, a nosotros o a los nuestros.

              Señor, sálvanos de los iluminados y de los salvadores de la patria.

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