Noches de Soledad

Noches de soledad donde el alma se pierde entre los retazos de lo que pudo ser y realmente es, cuando el abandono, la soledad, son someras amistades, cuando no únicas, en la oscuridad que no cesa.

              Farolas ausentes de bombillas, muertas, cubiertos sus tallos de pintura y figuras solitarias que deambulan buscando quien sabe qué.

              Y miras como si fuera nuevo, como si fuera cotidiano, y la maleza del abandonado solar te devuelve la mirada, entre quizás ojos entrecerrados de ratas que esperanza, quien sabe qué.

              El árbol muerto de frio, abandonado por las hojas, te mira y se mece, como si quisiera acompañarte en el ritmo de una nana extraña que te canta tu madre muerta, y recuerdas su cara, casi difuminada en la niebla que comienza a surgir, y el frio que lo atenaza todo, incluso el cristal desde el que miras, y tu miras, ni tú sabes qué.

              Pasos de tacón sobre tu cabeza, ya la soledad es sonora, quien sabe de donde viene, quien es, no conoces a nadie en la ciudad devoradora de almas, tus vecinos, son solo figuras que se diluyen en las sombras de lo cotidiano.

              ¿Merece la pena seguir?, y no hayas la respuesta, aunque este allí. Dejarlo todo, abandonarlo todo, dejarse caer en el hueco insondable de lo desconocido, aun con la sapiencia de que Dios no existe, y que si está ahí, no lo quieres a tu lado, porque ¿Quién permite lo que sucede a todos los que conoces, o a casi todos?, y tú eres afortunado, peor están muchos otros, consuelo de tontos.

              Hijos de la tradición cristiana, católica, perdurables en la culpabilidad, en que hay que pagar todo, en que, a pesar de la confesión, tu sabes que no sirve de nada, el concepto de lo correcto que te capa día a día.

              Y como si llenaras de arena tus manos y se escapara por entre tus dedos, la vida se va, quizás se ha ido, tan solo que no te has enterado, maldito imbécil, ¿creías ser único?, no lo eres, solo un alma a la deriva, la única diferencia, es que tú eres consciente de ello, más dolor, más ansiedad, más pánico.

              Mañana es el primer día del resto de tu vida, dijo un imbécil dando esperanza a los desheredados, a los enfermos de la desesperanza, a aquellos que comparten su vida… con nadie, maldita, puta vida, que se va, que quieres que se vaya.

              Respiras sobre el cristal y se empaña, pero da igual, nada hay que ver, solo el diapasón que marca los interminables segundos que forman minutos, estos, horas… al final eternidad inacabable, donde el que no haya noticia, siempre son buenas noticias.

              Dormir, tal vez morir, parafraseando la vida es sueño, porque a fin de cuenta sueños son, la consciencia de uno mismo, es simplemente la de la sombre que se mira en el espejo ¿Qué puedes cambiar mísero ser humano?, nada, desaparecerás, te lloraran, quizás un período corto, nada más, después la necesidad ocupará la mente de aquellos que te recuerdan.

¿un ramo de flores?, que se lo metan por el culo, que les aproveche, te joden toda la vida y te despiden con lágrimas, ¿Qué es una molestia que se vaya otro imbécil al que joder?, no preocuparos siempre hay más.

              Rodeado de egoístas, de animales que fabrican cosas, que causan el mal solo por el placer de hacerlo, ¿no es mejor estar solo?, o quizás ¿simplemente no estar?

              Espero que estos oscuros pensamientos desaparezcan con la luz del día… si es que para mí llega.

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