Navidad 2.017

Estimados amigos y amigas, aquí incluyo también a mis enemigos, que sé que controlan más que aquellos que bien me quieren.

              Pues bien, ha llegado la Navidad, la hora del amor fraternal, de las comidas pantagruélicas, de la familia, de los buenos deseos, en fin, una preciosa e idílica época en la que todos debemos de sentirnos alegres, contentos, hasta caer en la euforia aun sin estupefacientes.

              Pero, y siempre hay un pero, también es la época de la familia que no soportamos, de las reuniones a las cuales no queremos asistir, de desear lo mejor a hijos de puta que te han estado intentado joder durante todo el año, sin contar fechas previas…. ¿euforia?, y una mierda.

              ¿Podemos olvidar el año al que hemos sobrevivido por una cifra en un calendario?, He ahí la pregunta del millón, ¿Qué responder?, a priori diría que no, que sigamos en la misma tónica que el resto del año, esa es la lógica aplastante, pero, por otro lado, el que esta sociedad cainita nos haga ser cada día unos seres peores, malpensados y fríos, nos llevaría simplemente a ser aún más malvados.

              Pero bien cierto es, que nadie que no tenga una psicopatía grave, no quiere eso, quiere ser feliz, ser buena gente, ayudar a los demás, y aquí se nos presenta la oportunidad durante unos días, no ser lo que quieren que seamos, sino a volvernos, quizás un poco imbéciles, y sonreír sin motivo, a desear lo mejor sinceramente a unos pocos, a soportar al familiar ese que no es más gilipollas porque no se entrena, en fin, a ser un poco más soportables.

              Porque mirémonos a nosotros mismos, tampoco somos lo mejor que se pueda esperar de una persona, seámoslo durante unos días; si no olvidamos las afrentas, por lo menos perdonémoslas, hagamos de tripas corazón y volquémonos en aquellos que realmente nos quieren, démosle ese tiempo que no les ofrecemos a diario, seamos sensibles al contacto humano, olvidando que nos pueden transmitir enfermedades, y sonriamos a los demás, esperando que con ello nos sonrían un poco más de corazón, aunque sepamos que no es así.

              Es cuando nació Jesús, o eso dicen, seamos cristianos, budistas, a los musulmanes los vamos a obviar, animistas o similares, cualquier fecha es buena para que hagamos algo bonito, si eres un psicópata, tienes tendencias asesinas, o eres bipolar extremo, será complicado, pero los demás, aún al borde cualquiera de esas psicopatías, podemos intentarlo, y algunas veces, las menos, conseguirlo, porque queridos amigos, la letra debida, el pago no hecho, los rencores adquiridos, cuando todo esto termine van a continuar ahí, seguro, pero quizás nosotros tengamos algo más de corazón para sobrellevarlo, quizás el infarto aparezca días después de cuando tenía que hacerlo, no sé, el psiquiatra puede esperar… aunque sea unos días.

              Los jóvenes aprovechad que ahora tenéis la mesa llena de gente, que están todos, que llegará el día en que contareis los que no están, pero aun siendo mayores como yo, obviad eso, contad con las que tenéis ocupadas y vivid con ellos, que “Tempus Fugit”, y al final solo somos compiladores de recuerdos, atesoradlos, creadlos, fomentadlos, porque serán lo único que tengáis en navidades futuras.

              A los que estáis solos, que deciros, que no sea que rememoréis aquellos tiempos mejores, y se lo digo a aquellos que la soledad les sobreviene, porque a los que la han buscado, solo os digo, que os jodan, que a los demás auguro que serán mejores.

              A los abandonados, que se sientan menos solos, a los enfermos que se les haga menos pesada su carga, a los pobres que se avecina la abundancia, a los que la memoria pierde, un feliz momento de lucidez, a los que me han causado y deseado el bien, que se les devuelva el doble, a aquellos que me han hecho mal, que se les torne mil veces a ellos, a los bondadosos, que la bondad los acaricie, a los malvados que ardan en el fuego eterno.

              Y sobre todo, sed mejores unos instantes, no por vosotros, por los niños, que los recuerdos a esa edad, se graban a fuego, y se magnifican en lo bueno y en lo malo, no les regaléis tanto juguetes, cultivad buenos recuerdos, el juguete se romperá o caerá en el olvido, el recuerdo de estos momentos será mil y una veces revivido.

              Pero si esta Navidad os halláis rodeados de gente que os quiere, aprovechad el momento, vividlo, participad, sed eje y motor, rodead a vuestra gente de un cálido anillo confortable, sed felices, olvidad lo que pasó, no penséis en lo que vendrá, “Carpe Diem”, aprovechad el momento, y dicho esto os dejo deseándoos a la gente de bien FELIZ NAVIDAD, y a los que no, ya tienen bastante con lo suyo, y os dejo que tengo la casa llena de gente.

Pedro Casiano González Cuevas, Navidad 2.017

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