La Vida se Marcha como un Suspiro

La vida se marcha como un suspiro

Como el canto de las oropéndolas en verano

Se diluye en las olas del mar

Como el llanto, como las lágrimas de las sirenas

Y todo fluye, continua

Se mece en el péndulo de la araña interminable

Que gime con el tañido de la red diaria

Y los hombres de alabastro caen exhaustos

Y los cuerpos descansan de vida

Se deterioran y desaparecen

Como si nunca hubieran existido

Y la vida, terriblemente, sigue

Como si nada hubiera sucedido

Telas de araña de algodón blanco

Que envuelven el rizo de mi primer amor

La caricia de la mano de una mujer

Que se olvida en el rastro de los negros trazos

Que se arremolinan en mi cerebro

Y se quieren perder de mi vida, desaparecer

Y canto las églogas de los primeros desencuentras

Y mientras malvivo, desaparezco y muero

Pero lucho, cada vez con en la boca, sabor de segura derrota

Y persiste el olor de la primera vez, su urgencia

La carne prieta abandonada al placer que parecía imperecedero

Y atrapo el recuerdo, pues querer escapar busca, huye

Como si nada hubiera existido, con mi mirada en el espejo

Pero soy yo, aunque no refleje mi alma

Es distinta, distante de vida, abandonada, desalineada

Olvidada, huidiza, de ojos rodeados de abandonados pliegues

Detrás de ella, a pesar de todo, el recuerdo perdura

Tú, en tus pocos años, eres yo, solo el tiempo no es exacto

Cambia y llega, aférrate a los recuerdos, a la vida

Mírate al espejo, tú eres yo, yo soy tú, es así, porque así es.

Siete de Marzo de 2021

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