
Hoy miro a la noche
Y está preñada de hijos muertos
Me mira, le devuelvo la mirada
La suya tenebrosa, la mía cansada
Y comprendo que se acaba
Se acaba la vida porque me da la gana
No quiero soportar la caída del fruto maduro
Ni la dependencia de seres queridos
Ni tan siquiera alborear dolorido
Solo quiero pensar, antes de irme
En lo que he vivido
¿Alargar lo malo, cargar la mochila
Con recuerdos de mala vida?
No, no es el momento
Se acabaron, todo está muerto
Y yo cansado, mi espíritu yerto
Dormida el alma, el albur cierto
La muerte me espera, sabe que llego
No me escondo, no la espero
Salgo a su encuentro
¿Por qué?, porque puedo
Quiero dejar mi dignidad viva
Y no de pastillas cautiva
Quiero no ver más amaneceres
Que me traigan nostalgia
De tiempos feraces
Ni uno más de esos atardeceres
Que presagian la noche
Y me matan el alma de nuevo
Quiero descansar de todo
No quiero saber de nada, nada
Descansar en un agujero
O en el humo de una candela parda
Quiero reposar, si hay reposo
Y si me he equivocado
Lo pagaré, pues en ello
Estoy desde que nací
Nadie me aviso de ello
Muera pues, no tengo miedo
No tengo pavor al desencuentro
De la muerte con la vida
De la esperanza y el desconsuelo
Dejadme reposad en silencio
Si alguien se azora por haberme
A mí mismo muerto
Que lo haga si así lo siente
Que a mí no me importa
Como a él no le importó poco antes
Así, que no me despido de nadie
Pues no es hoy ni mañana
Aunque dentro guardo las ganas
¿Cuándo será el momento?
Cercano, creo que lo tengo
Y esa se convierte
Entre dolor y amargura
En la única cura
Para mi desesperanza.
17 de marzo de 2021