Me Senté una Tarde

Me senté una tarde

Cuando la sombra nacía

Debajo del árbol de la vida

Contemplé el paisaje

La soledad del gentío

La multitud solitaria

El no mirar al vecino

¿Para que nacemos a la vida?

Si a cada paso que damos

Menos personas amamos

Y nos hace descreídos

¿Merece la pena nacer?

Cuándo sin darte cuenta,

Vas dejando en la cuneta

Todo por conseguir nada

Pues de oropel se disfraza

Lo más nimio de la vida

Y la destrozas, la pasas

Tras del metal esquivo

Como si de ello dependiera

Lo que ya no es tu vida

Miré hacia arriba

Doblando el cuello a lo que pude

Solo hojas verdes

Ningún fruto le nacía

La vida, se muere, amigo

La dejamos de regar

Cuando apenas empezamos

A darnos cuenta de que podíamos

Con ella manipular el destino

Primero serán las hojas

Después la savia que le da vida,

Más tarde el tronco a duro

Y acabaran las raíces

Duras como el destino

Pasará todo a nada

Y tendremos lo último

Pensaremos que hemos hecho

Y lloraremos lamentos

De animales descreídos

Se acabará la esperanza

Lo más simple, lo más caro

Solo quedará la certeza

La de que nos vamos

De que todo es de prestado

Que nada queda en nosotros

Que lo que tenemos nada es

En nada queda y se va

Como nosotros nos iremos.

Cinco de marzo de 2021

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *