
Lunes, el mejor de los días…, va a ser que no, que es la atalaya desde la que se ve que queda una semana entera para poder llegar al fin de ella, mejor que una atalaya, un agujero en el infierno, aunque no se vea nada, eso lo identifica mejor.
Hoy, no es cosa rara, me he levantado temprano, dormir ya no es lo mío, y por casualidad, me he encontrado con un resumen de unos de esos programas de islas, de cuernos, de amores malditos, y por supuesto de un amor degenerado del que dar vergüenza.
No es nada nuevo, más bien es usual, en el sentido de que es moneda corriente en estos días en el que todo se deprecia, empezando por el alma del ser humano, lo que te hace pensar que quizás nunca hemos tenido, pero eso es otra historia, el caso, es que he visto como chavales de ambos sexos, bien formados, guapos, quizás hasta inteligentes, hacen de todo tipo de estupideces, charranadas, y lo que les dejan hacer con sus cositas, que se han hecho siempre, pero no con una cámara ensuciándolo todo, aunque eso no es lo mas preocupante, lo preocupante, es que miles de personas, quizás millones, sigan estos programas en los que lo primero que se pierde es la dignidad humana, y lo segundo, lo que me asusta realmente, es que esos, quizás animales, son los héroes de una generación sin ideales, porque si son los que salen en esa pantalla…, madrecita la que nos viene.
El caso, es que esa juventud que se mira en un espejo, que se oye cantar, quiere vivir de lo que le ofrece la caja tonta en cualquiera de sus formas, internet, por supuesto, incluida, y los libros se olvidan, el querer ser algo a base de esfuerzo también, no digo que el que canta no haya trabajado, si, quizás hasta la extenuación, pero metido en un bombo del que solo ha salido una bola, o quizás alguna más, pero, ¿que será, que ha sido del resto?, bodas, banquetes…, esos los que pueden hacer algo, los que han creído que con su físico…, pues nada, ya se sabe, los catálogos de los que juzgan ahora, carne que se vende, o sueños rotos, siempre, que pena, la de una generación, que se pierde entre las brumas de algo que machaconamente, los que venden, repiten hasta que cala en los cerebros sin formar de muchos jóvenes, que otros, nunca se formarán, pues esta generación, por primera vez en la historia, es menos inteligente que la anterior; madre del amor hermoso, ¿Qué nos espera?, supongo que la disgregación, el perdernos, la naturaleza no admite vagos, una civilización que se vuelve blanda, que no tiene espíritu, solo es víctima de otra, quizás no tan digna, seguro que menos sofisticada, pero que sabe que tiene víctima, la que mima los programas rosas, las mil islas, y que mientras que la están matando, confía en que alguien les saque las castañas del fuego.
Lo único que nos salvaría, son las mujeres, que quizás sean conscientes de que la civilización que nos sustituirá, las contemplará como si fueran objetos, propiedad de cualquier macho que así lo quiera, pero supongo que tampoco…, pues veo las noticias de aquellos y aquellas que se manifiestan apoyando a los que a fin de cuentas nos destruirán, pero eso, espero no verlo, pues…, ¿Qué más da?