
Llueve, como llueve; después de una sequía que ha durado lo que parecía imposible, llueve con la parsimonia del que no le importa el agua que caiga, ya se sabe, siete años de mucho, siete años de poco, ahora quizás no tengamos esa sensación de sequedad en la boca, por lo menos durante un tiempo.
Lo cierto, es que con la lluvia viene esa sensación de no querer salir fuera, lo cierto es que no acompaña el hecho de que todo esté mojado, tener que llevar el paraguas, sentir frio, que ya ha llegado casi…, mil incomodidades, que a los que pueden, invita a que se queden en casa, y a los que tienen que salir, que solo lo hagan para lo que es necesario.
Todo eso conlleva a quedarnos en esa casa, que las mayoría de las veces esta preparada solo para esas tardes de terminar de trabajar y los fines de semana, que cada vez son mas cortos, pero con la huida al exterior no hace que parezcan mas grandes, mas amplio, casi como si fueran nuestros; así que ahora, con la lluvia, fuera de lo normal, nos encontramos en casa, mirando a una tele mentirosa, de la que nada te puedes creer, que es pagada por el gobierno en la mayoría de los casos descaradamente, otros propia porque sí, y en el resto, con la mordaza puesta, así que verla, es gana de alienarse que tampoco está mal, con los tiempos que estamos viviendo, que el más tonto te hace un auto de fe.
Internet…, ¿Quién puede creer lo que allí se diga?, nadie, nada confrontado, todo en mano de los influencers, seres que viven de comerle el alma al resto de los mortales, sálvese el que pueda, de mentirosos compulsivos, de gurús, de la más absurda de las realidades irreales, mil monstruos que nos acechan como si fuéramos lo que somos, simples almas de cántaro, y nosotros que somos tan listos, no caemos en la trampa, eso pensamos, y por si acaso, dejamos que los más queridos, nuestros hijos, naveguen por el proceloso mar del que no queremos mojarnos, cosa de la inteligencia, o de la falta de la misma, el caso, es que llueve, ni tele, ni internet, así es que vamos a tener que hablar de algo que no sea lo usual, con la persona con la que vivimos, algunos sabiendo que el tiempo ese de convivencia se esta acabando, se acabará, o lo vamos a terminar, mil posibilidades en unas relaciones cada vez más complejas, y cada vez menos firmes, mejor, salir a la calle y reír por no confrontar, o tan siquiera hablar, pero llueve, maldita lluvia, tener que compartir lo que no quieres compartir…, pues va a ser que no, sonrisa de compromiso, de la de ninguno queremos, ¿verdad?, y todo continua, quizás un sexo sin ganas, quizás mirar por la ventana, quizás…, ¿Qué mas da?, la vida sigue, anónima, pesada, inconsistente, vacía, lo que es una vida plena en estos momentos en los que ser humano, es algo como caduco, como sin sentido, pero es lo que hay, miras internet, al final, pues eso, que pasa el tiempo…, por fin.