
Último día de un mes de agosto que se las ha traído, no se si es el cambio climático, un verano duro o lo que sea, lo que es cierto, es que se me han quemado hasta las macetas.
Sera por lo de la muerte del mes, pero he dormido mejor, aun sabiendo que en septiembre, todo comenzará a complicarse, he querido obviar que mucha gente abre en agosto, así que me he quedado en el limbo de nada está abierto, lo que supone que ahora que se acaba, todo comenzará como si le hubieran puesto un petardo en el culo, con perdón, pero es así, todo lo postergado, hasta los supermercados, abre, y con ello, la obligatoriedad, la necesidad de reponerlo todo, y si no fuera solo eso, los trámites administrativos, los problemas añadidos, desde el dentista al peluquero, toda la desidia que se puede almacenar en un mes, lo ha sido en mi agosto, un poquito puerco, pero es lo que hay, así que me refocilo, como puerco, en este, el último día de un agosto que se va, parece que a su pesar, dejando medio país calvo, que para poder coger la sombra de un árbol nos vamos a tener que ir al jardín botánico, o mejor no, que allí te tratan como si fueras escoria, que lo sé porque lo he vivido, pero esa es otra historia.
Las seis de la mañana, hora de comenzar a trabajar, pero por ultimo día, me dejo crecer barba en mi mismo; en todo el mes, me ha crecido una estúpida, que no tupida barba, cosas de ser barbilampiño, que poco me dejó mi padre, pero eso sí, de pelo en el cuerpo, poco, así que parece que me he fugado del penal más cercano, pero la calada al cigarrillo es de las de poner en marco, de las ensuciar ropa interior, que asco, pero así me siento, me ha taladrado cualquier sitio por donde ha pasado, y si, ahora veo como el vecino sale a fumar, con la cabeza asiente, enciende el cigarro con parsimonia, que cuando lo apaga es como un rayo, supongo que cosas del miedo a la querida esposa, pero ese no es mi problema, el caso es que hasta veo normalidad en la camisa con agujeros, de las de sin mangas, de las de mi abuelo, y sé que mañana, nada más amanezca, quizás antes, comenzará la vorágine, los empresarios retomar lo que no han soltado, los asalariados la reentrada en una atmosfera cuando menos tóxica, la mayoría de las veces venenosa, los funcionarios, pues como en vacaciones pero haciendo menos, que pena me dan, volver de las vacaciones para no hacer nada, lo que tiene que ser un suplicio, los demás, por supuesto, más agobiados que Spiderman en Cañero que es lo que hay, poca altura, trabajo de mierda, sueldos que acompañan y jefes que se creen que son como la salvación personificada en un aura de imbecilidad, pero, ¿qué le vamos a hacer?, la vida es así, si hubiera otra, me pido el sitio, por lo menos será distinta, aunque también nos jodan, así que mañana, dios mediante, al curro, que ahí es nada, así que os sea leve, que a mí, os aseguro que no, que pena ser hijo de mi padre, que era un tieso como yo.