
Lugares sombríos,
A la sombra de los ríos,
De os riachuelos, de las lagunas,
De las albercas llenas,
Y sombra, sombra que en todo reina,
Y musgo y verdina,
Y atardeceres caídos,
En prontas noches de frio,
Rosales salvajes, agrestes,
Sin flores, sin ramilletes,
Dientes de león caídos,
Rubia brava que, en su rumor,
Canta la violeta sin temor,
Y la caléndula, triste, abandonada,
Mira a la zarzamora blindada,
De salvajes púas rodeada,
Y el helecho, la begonia,
La gardenia, y la camelia,
Lloran por las hortensias,
Sobre el caudal de la ría,
Que solo murmulla,
Con el murmullo,
Del mundo que le rodea,
Y nadie dice nada,
Nadie diría,
A la floresta que nace,
En el follaje,
De la densa umbría.