
Un camino que tomar,
solo basta con empezar.
Se retuerce, se enreda sin aviso,
te arrastra hacia el más hondo abismo.
Cientos de bifurcaciones,
repletas de equivocaciones.
Cada paso, una ruptura,
cada giro, otra estructura.
La vida cambia sin avisar,
y lo impensable puede pasar.
Escalas de mil colores,
sobre campos sin amores.
Caminos que se abren sin razón,
fingen no tener complicación.
Te detienes, ya has parado,
delante de un destino cruzado.
Una decisión, quizás fatal,
que lo cambie todo, sin final.
Y nunca podrás saber,
si la otra te iba a proteger.
Cuando por fin elijas dirección,
te envolverá la indecisión.
Y entre mil nuevas opciones,
brotarán más confusiones.
Entonces preguntas, con razón:
¿Quién es tan cruel de corazón
como para obligarte a elegir,
cuando todo puede destruir?