
¿Dónde se marcharon las ilusiones?
¿Dónde quedó el creer sin condiciones,
que la vida podía cambiar,
y que todo iba a mejorar?
¿En qué momento fuimos valientes,
invencibles, soberbios, imprudentes?
¿Cuándo creímos sin titubear
que nada nos podría frenar?
Fue hace tanto, ya no lo sé,
aquel instante… se fue.
Pasó sin dejar señal,
ni siquiera un eco final.
Solo nos quedó intuir,
lo que habría de venir.
Y ahora, al mirarnos callados,
nos descubrimos derrotados.
No queda más que observar,
y en silencio, ocultos, llorar.