Humo Blanco (Rima)

Humo blanco, la fumata,
de verdades sin corbata.
No hay barranco ni colina
donde el engaño no anida.
Y me importa, te aseguro,
nada en este mundo oscuro.
Nada importa, todo engaña,
la locura nos acompaña.
Estamos locos, perdidos,
por delirios compartidos.
Todos legos, sin criterio,
todos borregos, sin misterio.
Castas viejas, dominantes,
las de antes y las de antes.
El poder, siempre el anzuelo,
para el resto… solo el suelo.
Los enanos siguen vivos,
con sus sueños cautivos,
con su dosis de soma,
trabajan, consumen, se doma.
Pensar se vuelve pecado,
algo vil, algo vedado,
te lleva a sitios prohibidos,
a destinos maldecidos.
La dicha es por decreto,
¿te la meto o la interpreto?
Sonríe aunque te queme,
aunque el alma se desmeme.
Tu vecino lo soportó,
¿por qué tú no, qué pasó?
Sonríe, todo está perfecto,
o te mandan al infecto
frenopático oficial,
por no ser “normal” social.
Vístete igual, sé formal,
trabaja como animal.
Y al llegar el fin de semana,
besa babas con desgana.
Bultos somos, con dos ojos,
sin cerebro, sin antojos.
¿Nacimos con ese ente,
o fingimos ser consciente?
Somos títeres sin alma,
que en el teatro se embalsan,
desde el nacer hasta el fin,
sin saber nunca el porquén.
¿Y si un día despertamos?,
¿qué vendrá si liberamos?
Nadie sabe la verdad,
solo que… no quedará
ni una piedra en su lugar,
si el hombre vuelve a pensar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *