
Tiempo de vivos colores,
cuando estallan los amores,
como potentes cañones,
naciendo mil emociones.
Pasiones sin dirección,
que arden sin redención.
Todo es nuevo en esta vida,
una ruta no sabida.
Todo cuesta comprender,
más difícil es saber
qué camino escoger bien,
sin perderte en el vaivén.
A la primera ocasión
ya buscas la posición,
pequeñas guerras sin fin
por ser el más fuerte al fin.
Peleas de cachorrillos,
que se creen como cuchillos,
cuando aún no han enseñado
ni un colmillo afilado.
Y de pronto, aquella flor,
una mujer, un temblor.
Te trastoca la cabeza,
como impone la belleza.
Lo demás ya se disuelve,
todo en deseo se envuelve.
Te consumes en el fuego
del primer ardor, sin ruego.
Calenturas sin medida,
como pólvora encendida.
No hay calma ni dirección,
solo una gran explosión
que nadie puede apagar,
ni evitar, ni controlar.