
Hoy es un día cansado,
de esos de dejar de lado,
apenas si he dormido,
horas en la cama que han sido perdidas,
como si no fueran nada,
mientras mi mente estalla,
cuando el suplicio termina,
y comienza la vida que se desliza.
El cuerpo se arrastra,
se rompe, se desgasta,
con la cabeza pesada,
la vista cansada,
la voluntad rota,
y el cansancio que brota.
Días de pasar pasando,
de no estar pensando,
en un día que solo merece
que sea ya pasado,
el cuerpo gastado,
seguro que lo ha agradecido.