Otra vez el Largo y Cálido Verano

Otra vez el largo y cálido verano, sobre todo para los que nos quedamos, que los que se marchan, pues eso, eso que se quitan de encima.

Los perennes, lo somos, algunos por falta de posibilidades, por falta de tiempo, o porque descubrieron que como en casa no se está en ningún lado, además de que es mucho más barato.

Las vacaciones, excepción aparte, son ganas de meterse en el barullo de unas playas que cada vez gastan más mala leche, el sol, las sombrillas, el sitio, los chiringuitos que son obras de arte del esquilme, esa cerveza pagada a precio de oro, si no, las fiambreras con la sandía, que eso, los de la costa, pues bien, los que van de veraneo, después de ser esquilmados por el apartamento, pues que prefieren…, depende, que comer en la playa lo que se ha cocinado en el apartamento…, ni son vacaciones ni son nada, aunque el que no lo haya hecho…, pues eso.

Y aquí, desde mi humilde morada, miro como la gente se achicharra, porque puede, yo paso del gamba al blanco sin coger color, solo me quemo, hasta en días nublados y con camiseta, eso, que somos moros, y su p… madre, el caso es que veo la playa y se me ponen los vellos como escarpias, después el bullicio, niños, señores mayores paseando por la orilla, el gili que se lo hace, el mirón de turno, el cachas, la que enseña el…, que historias, las que nos proporcionan esos días, después, eso sí, al chiringuito, donde te ponen un raquítico plato con un pescado que lleva en casa días, cuando no más, el caso es que si no es una maravilla, la de al lado, que le pone el plato en el que ha comido para que su perro coma, por muy ecológico que sea, no deja de ser una puerca, que quita las ganas de comer. Fritura, cena de tranquilidad por unos grados menos, helado en el paseo marítimo, si todo muy bien, magnífico, la envidia que me corroe, el resto del día…, mejor en mi casa, bajo el ruidoso aire acondicionado que me salva la vida, que aunque la factura sea elevada, no lo es tanto como para pagar unos días a precio de oro, ¿que lo he hecho?, si, por supuesto, ¿que lo haré?, no creo, mi economía esta kaput, como dicen los alemanes, y mis ganas, pues eso, cada vez menos, que quede para la juventud, para los que no pueden vivir sin esos días en el follón de la costa, que los de interior, los del turismo interior

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