
Gaviotas, nunca veo gaviotas,
Ni huelo el salitre que deja el mar,
Ni los barcos cuando se van,
Las olas son de asfalto,
El mar de color albero,
Y me siento prisionero,
De este maldito lugar,
El aire quema,
O te hiela el corazón,
Solo montañas que llaman,
Al dolor sin remisión,
Polvo, polvo,
Que te impide respirar,
Terrones de tierra,
Que tienes que desgranar,
Las estrellas son las mismas,
Supongo que también el sol,
Porque en este paramo desierto,
El destino me parió.