
Escribo mientras espero,
Mientras pasa la vida,
Como si fuera un corto suspiro,
A otros lados miro,
Esperando encontrar algo digno,
Que me haga temblar el alma,
Perder mi triste calma,
Y quedarme obnubilado,
Con lo contemplado,
Pero nunca nada sucede,
Todo continúa quieto,
Más que callado,
Todo está muerto,
Al menos en mi lado,
Y la vida sigue fluyendo,
Aunque no note movimiento,
El cuadro siempre es el mismo,
Nada cambia en el paisaje,
Como pobre espectador,
De este helado horizonte,
Y suspiro sin querer,
Solo se me escapa el aliento,
Es como me siento,
Viendo todo a mi derredor,
Una luz que trastabilla,
Y en el metal de la mísera bombilla,
Parece que brilla,
Pero solo es un error,
El aire mueve las hojas,
Que suben y bajan locas,
Mientras que otras, se posan,
Olvidando su obligación,
Desnudos árboles miran,
Sin demostrar emoción,
El juego de las que fueron sus hojas,
Y ahora nada son,
Es el parque, el que miro,
Es cuando llega la tarde,
Cuando se pierde el camino,
Que no lleva a ninguna parte,
Y cierro los ojos y sueño,
Que todo es emoción,
No la tarde caída,
Que me devuelve la mirada,
Con una triste reflexión,
Cierro la endeble ventana,
Tiro de la vieja correa,
Y me inclino sin gana,
En el viejo sillón,
Que ya no se menea,
Y miro al techo,
Esperando una respuesta,
Pero ya sé la contestación,
No solo mi alma está muerta,
También estoy muerto yo.