Todas las Noches, la Cafetera (Rima)

Cada noche, la cafetera,

antes que caiga noche entera,

recibe el café molido,

con su aroma adormecido.

Agua del grifo, corriente,

siempre igual, siempre presente.

Gira la cabeza, absorta,

el cuerpo en pausa, sin puerta.

Llena el metal, café prieto,

todo en orden, todo recto.

Y la cafetera duerme,

como un latido que merme.

Hasta el alba, en su rutina,

el calor le da la esquina,

y el agua sube, ligera,

como voz que desespera.

Quita el alma del café,

y en su hervor, ya se ve,

el silbido que resuena,

en la cocina serena.

Todo listo, todo está,

la cuchara girará,

la bebida se despierta,

y la vida se reinventa.

Nada pasa, todo es calma,

vuelve el alma, vuelve el alma.

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