
Pronto vendrá la primavera,
con su festiva enredadera,
se llenará de mil colores,
claridad, sol y fulgores.
Florecerán en los jardines
rosas, lirios y jazmines,
y el agua que nos inundó
será la savia del verdor.
Olores dulces, embriagantes,
colores vivos, deslumbrantes,
las flores todo llenarán,
y la vida despertarán.
Tras las heladas desoladas,
vendrán pasiones desatadas,
las chicas con nuevas miradas,
y mil promesas dibujadas.
Es la juventud impaciente,
que toma el mundo de repente,
arrastra todo en su corrida,
y deja atrás la flor de vida.
Todo lo toma, sin medida,
la fuerza loca, la embestida,
que goce el alma sin quebranto,
que no se frene por el llanto.
Porque en apenas un momento,
volverá el frío, el aislamiento,
y el crudo invierno helará
todo lo que renacerá.