No Ceso de Escribir (Rima)

No ceso nunca de escribir,

y lamento tanto mi sentir.

Es triste con solemnidad,

pero es tan solo la verdad.

Soy como el perro que a la luna ladra,

porque en soledad su alma se desmadra.

Lo dejaron sin saber de qué iba la vida,

sin un norte, sin una mano compartida.

Quien me viera desde fuera,

se llenaría de envidia fiera.

Pero si un solo día conmigo pasara,

de ese lugar huyera sin mirara.

No digo que fuera todo tan malo,

pero era una torre, un hielo tan alto,

donde incluso en compañía,

reinaba la melancolía.

Solo era un perro bonito, de exposición,

pero agotado, sin redención.

Hasta la extenuación vivía,

aunque nadie lo conocía.

Aprendí, incluso en soledad,

a atarme los cordones con dignidad.

A mirarme en el espejo de niño,

cuando apenas llegaba a su guiño.

Nadie me enseñó qué vendría,

ni cómo terminaría.

Pero aquí estoy parado,

cuando mi tiempo ya se ha agotado.

Nada me dieron al pasar,

y nada tengo que entregar.

Así que, cuando el fin me llame,

le sonreiré sin que me inflame.

Y al recordar su desprecio eterno,

los mandaré al mismo infierno.

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