Hoy Llueve de Nuevo (Rima)

Hoy llueve de nuevo,

como un gris manto en relevo,

sin esperar al albero,

ni al niño alegre y sincero.

Miras al cielo encapotado,

oscuro, denso, enturbiado,

que si no deja caer su llanto,

es porque guarda algún quebranto.

Brillos de metal mojado,

luces de un mundo apagado,

charcos ya bien aclarados,

por los cielos desgarrados.

Camina la gente silente,

con ropa que no es reluciente,

embutida, indiferente,

al clima, al mundo, a la gente.

Más dura es la vida, sí,

caras sin alma por allí,

miradas que, si te atrapan,

con su hielo te desgastan.

Cazadoras en tonos oscuros,

rostros cerrados, tan duros,

y comienza a llover con brío,

nacen paraguas con desvarío.

Saltan ante tus pupilas,

como pesadas pesadillas,

riadas humanas se lanzan,

bajo lluvias que no alcanzan.

Del cielo baja una cascada,

casi un diluvio, como nada,

que dura hasta el atardecer,

cuando la lluvia quiere ceder.

Mas llega la noche sombría,

con su húmeda melodía,

como reproche se alzará,

y todo lo anegará.

Días de lluvia callada,

noches de alma resguardada,

cuando el agua, sin piedad,

gobierna toda la ciudad.

Y tú sabes que este solar,

el resto del año al secar,

se convierte en tierra baldía,

de cal, de polvo, de sequía.

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