Cuando me Haya Ido (Rima)

Cuando me haya ido, sin más regresar,

conmigo se irán, sin nadie avisar,

mil viejas historias, jamás confesadas,

envueltas en sombras, bien silenciadas.

No quise contarlas, nadie escuchó,

y a veces mentía, más de lo que pasó.

Exageré tanto, buscando alejar

a quien por asomo quisiera indagar.

En cuentos sin alma, verdad escondí,

mil vidas que en sombras tan solo viví.

No estuve jamás ni un segundo quieto,

como hoja al viento, viajé sin respeto.

El mundo crucé, sin rumbo ni guía,

amé mil mujeres, lloré noche y día.

Peleas sin tregua, de sangre y de acero,

pero con coraje vencí al agujero.

Y al regresar, lo que relaté

no fue lo que en verdad enfrenté.

Trabajé para un gobierno vil,

que me olvidó al llegar el fin.

Perdí mil luchas que nadie contó,

aunque en tantas guerras fui quien ganó.

Y aquí me ves, final deslucido,

muriendo de tedio, ya consumido.

Tuve fortunas, oro y poder,

y ahora no tengo ni qué comer.

Con suerte, me alcanza y con ansiedad,

para unas latas de poca bondad.

Mis brazos ya flacos, mi pecho un quebranto,

mi cuerpo protesta, mi mente es un manto.

Y pronto, lo sé, mi fin llegará,

y todo lo mío se olvidará.

Historias guardadas en la memoria,

que nadie sabrá, que no harán historia.

Quizás no merecen ser contadas,

por ser tan brutales, tan desbordadas.

Y la verdad… ya ni me importa,

pues muerto, ni el viento me sopla la ropa.

Y al que quede aquí, le dará igual,

y a mí, ni siquiera me va a molestar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *