
La noche se llena,
De sonidos de silencio,
De miradas en pared encalada,
Que calla, que no contesta nada,
Oscuridad de respuestas,
Preguntas, que solo hacerlas cuesta,
Los momentos pasados,
Los miedos temidos,
Los fantasmas odiados,
Los espíritus queridos,
Nada viene, cuando la claridad brilla,
Solo cuando dormir queremos,
Se nos anuda al cuello,
Y hace que se cierre,
Y miras al cielo,
Que tu techo tapa,
Y tu alma salta,
Se pone nerviosa,
Quizás desesperada,
Quiere dormir,
Pero no puede hacer nada,
Ángeles negros rodean tu cama,
Susurrando canciones,
Para llevarse tu alma,
Y en tu armario se esconde,
Ese maldito habitante,
Que te quitaba el sueño,
Unos años antes,
Abres la persiana,
Respiras el frio,
Y solo quieres ese sueño,
Que entre tus manos escapa,
Regresa a tu cama,
Donde los ángeles negros,
Continúan con su letanía,
Recitando las maldades,
Que has hecho ese día,
Y el ángel que mira,
Con la resplandeciente espada,
Se encoge de hombros,
Con fuerza respira,
Y te deja solo,
Con el coro de ángeles negros,
Que tus pecados recitan.