
Días de trueno,
cuando nada es bueno,
cuando todo se quiebra
bajo su veneno.
El instante maldito
de la destrucción,
cuando la vida
se esconde en un rincón.
Y el diablo se ríe,
te cree derrotado,
se burla del hombre
que está postrado.
Pero alza la frente,
no está todo ido,
aún no has caído,
no estás rendido.
Solo se pierde,
si ya no se intenta,
si en tierra quedamos,
sin dar la respuesta.
Levántate y ruge,
rompe su hechizo,
no seas esclavo
de su cruel capricho.
Haz de tu historia
un fuego encendido,
una causa justa,
un destino erguido.
Y si en el final
te ves destruido,
míralo firme…
¡porque has resistido!